Acto conmemorativo del Día Internacional de la Mujer en la sede de la Comarca del Matarraña

El manifiesto que se ha leído es el siguiente:

MANIFIESTO 8M 2022 COMARCA DEL MATARRAÑA

Hoy es 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es decir, internacionalmente reconocemos que este día es necesario porque la mujer sigue estando invisibilizada en muchos países e infravalorada en muchos sectores, por lo que sigue siendo necesario que hagamos un llamamiento público a poner atención sobre el hecho de que las mujeres somos el 50% de la población, pero todavía no vivimos en igualdad real a nivel laboral, social ni de libertad con respecto a los hombres.
El 8 M, se celebró por primera vez en Estados Unidos, lugar donde nació el día conmemorativo en 1911, el origen de este movimiento se retrotrae al 1875, cuando dicho día cientos de mujeres trabajadoras de una fábrica textil en Estados Unidos salen a la calle para reivindicar los bajos salarios de estas frente al de los hombres, finalizando esa protesta con más de 120 mujeres asesinadas por la brutalidad policial. Con el paso de los años el 8 M ha pasado no solo a ser un día de reivindicación de la igualdad de la mujer en el mundo laboral, sino que ha pasado a denominarse el Día Internacional de la Mujer, defendiendo la igualdad en todos los ámbitos, aspectos y niveles de la vida, tales como a nivel social, laboral, educativo, sanitario, cultural y de ocio, entre otros.
Si reflexionamos, desde un pasado en donde la mujer no tenía derecho al voto, derecho a abrir una cuenta bancaria sin el permiso de una figura masculina (padre, marido...) o dónde se enseñaba e instruía a la mujer a estar siempre al servicio de los hombres, siendo sus funciones principales las de reproducción y cuidado de terceros, mucho hemos avanzado, sí, pero no podemos aceptar que ya no hay camino por recorrer. En la actualidad, aún se producen múltiples desigualdades entre hombres y mujeres que nos limitan y nos lastran como sociedad. Estas se manifiesta tanto fuera como dentro de nuestro territorio, entre otros, a través de problemas a la hora de conciliar el cuidado de la familia con el trabajo, asumiendo la mujer la mayor carga y viendo limitado su desarrollo laboral y proyección de futuro y con ello facilitando el desarrollo y proyección de los hombres. Y esto no es una crítica, es una realidad.

En nuestro territorio existe una feminización del trabajo en los sectores del cuidado a personas mayores, dependientes y atención y educación de nuestros hijos e hijas y cómo existe una invisibilización de la mujer en otros sectores laborales destacando el sector agrario o ganadero, en el que la mujer se sitúa en un papel secundario.
Otro de los grandes aspectos a tratar dentro de la desigualdad laboral es el llamado techo de cristal, es decir la dificultad en acceder a puestos altos de responsabilidad en empresas, quedando la mujer relegada a los puestos de menor remuneración. Pero, como se ha mencionado antes, a pesar de que aún queda mucho camino por recorrer hoy ya se ven los frutos de nuestro progreso hacia la igualdad y con ella, la voluntad y capacidad de nuestras mujeres para actuar de forma significativa e importante. En nuestro territorio tenemos muchas mujeres emprendedoras, fuertes y valientes que demuestran con su hacer cómo las mujeres, cuando no se nos impide el avance, somos capaces de realizar todo aquello que nos propongamos en cualquiera de los ámbitos sociales. Las mujeres hemos sido, somos y seremos motor de la sociedad. Igualdad también significa este reconocimiento.
Y no podemos ni debemos apartar la mirada ante las diversas formas de expresión de la desigualdad hacia la mujer como lo son: la violencia de género en todas sus manifestaciones, la mutilación femenina, la trata, la explotación sexual, acoso laboral… todas ellas teniendo un punto común, la utilización de la mujer por el hecho de serlo y como mero objeto.
Hoy, 8 de marzo, día en el que la sociedad reflexiona sobre la igualdad. Nuestra Constitución de 1978 ya en su artículo 14 establece que“Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.”
Históricamente, en no pocas ocasiones la sociedad ha ido por delante de las leyes, ha tenido que movilizarse para conseguir que éstas cambien, se adapten a la evolución y el desarrollo social. Curiosamente y respecto a la igualdad la ley parece ir por delante de la sociedad y somos las personas las que debemos adaptarnos a la ley.  
No podemos olvidarnos hoy de todo el pueblo ucraniano, y en especial de la mujeres que sufren los conflictos bélicos, muchas de ellas obligadas a abandonar sus origenes para salvaguardar sus vidas y las de sus familias. Ya hoy podemos leer en prensa, como muchas mafias buscan a mujeres y niñas que huyen de la guerra para utilizarlas con fines de explotación sexual.
Por todo ello, cada una y cada uno de nosotros debemos realizar el cambio en nuestro interior para ser agentes de cambio, agentes de igualdad, para que algún día, esperemos no muy lejano, dejemos de señalar el 8 M como Día Internacional de la Mujer, porque ya no sea  necesario reivindicar dichas desigualdades y logremos una igualdad real.